Un libro de cuentos, de relatos sobre la cotidianidad, de personajes cercanos y situaciones comunes que dejan sin hálito, con ganas de seguir leyendo lo que les ocurrirá a continuación, y este leve desasosiego es, a su vez, su mejor virtud. Porque quieres más, quieres que el relato no se acabe nunca o, cuando llegue el momento, que el siguiente sea aún mejor. Y lo es.
La crisis, el amor y el desamor, la familia, la soledad y muchos temas más están perfectamente reflejados en las veinte historias que componen el libro, escrito con gran maestría en el manejo de la técnica del relato, sin ornamentos superfluos pero con recursos hábilmente escogidos. Una delicia que no os podéis perder.
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