WILPF nació en La Haya para incidir en la política
internacional por el desarme universal, los derechos humanos y una paz
arraigada en la justicia económica y social. Con este fin, desde el principio,
se estableció cerca de los órganos internacionales.
Hoy mantiene sedes en Ginebra y Nueva York, y secciones en
31 países. España tuvo organizaciones asociadas en los años 20 y 30, y se
incorporó de modo pleno en 2011.
La brillantez de las mujeres de WILPF, con tres Premios Nobel de la Paz en su haber y su capacidad para unirse por encima de fronteras y divisiones grupales, es un reflejo más del potencial de las mujeres para erradicar la guerra y la violencia.