08 abril, 2011

Nariz de oro

Érase una vez un niño a una nariz pegada.
Ese es Eduardo, un niño muy serio que no quiere ser ni Eduardito ni Edu, pero que es motivo de burlas de sus compañeros por culpa de su enorme nariz.
Su madre siente lo que ocurre y por ello le cuenta por las noches el cuento del patito feo, pero él no comparte la historia del cisne, porque se siente muy bien siendo como es y no desea transformación alguna, sobre todo cuando descubre que su nariz puede servir para colgar los calcetines, para que se posen los pajaritos, para oler las flores mejor que nadie o meterse los dedos en ella sin ningún esfuerzo...


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